¿Qué es la creatividad y cómo cultivarla?
- Vivian Goiz
- 6 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 29 may
Una lectura a “El camino del artista” de Julia Cameron cambió mi percepción y estilo de vida.
Contenido:
Qué es la creatividad según Cameron
Cómo se cultiva
Herramientas útiles
¿Qué es la creatividad?
Ser creativo no es un don reservado a unos pocos elegidos: es una energía natural que todos llevamos dentro.
Según "El camino del artista" de Julia Cameron, la creatividad es una fuerza viva, una corriente que fluye a través de nosotros cuando nos damos permiso de ser canales, no controladores. No se trata de ser "suficientemente buenos", sino de estar dispuestos a colaborar con lo desconocido.
Todavía me cuesta trabajo entenderme como artista o como creativa, pero la realidad es que esa es mi labor principal. Este libro me ayudó a cambiar mi percepción de lo que se entiende por “artista” y a ser más noble con mi persona como creadora.
No llevo mucho tiempo ofreciendo mis servicios de esta manera y suelo quitarme mérito. No obstante, cuando volteo atrás y miro lo que he hecho, llega a mí una sensación de orgullo y extrañeza “¿De verdad hice eso yo?” Construir este blog surge de mi necesidad por exponer mi trabajo y hacer un archivo de mi propio crecimiento creativo.
La creatividad es, en esencia, una forma de conexión: con nuestro interior, con el mundo que nos rodea y con algo más grande que nosotros mismos (Julia es muy clara en este punto). No es algo que se fuerce ni se racionalice, sino que se va dando.
¿Cómo cultivarla?
Mi servicio social lo realicé en El Huerto Tlatelolco, un espacio propiedad de una Asociación Civil que busca rescatar espacios urbanos a través de la agricultura y la alimentación consciente. Amaba pasar mis días ahí. No solo hice grandes amigos, sino que me llevé aprendizajes para toda la vida. En particular, ahora sé cultivar mi propio alimento.
Así como las plantas, para lograr una cosecha creativa abundante y frecuente, se requiere mucho esfuerzo, paciencia, cuidado y sobretodo constancia.
Esa última, es la que más me ha costado trabajar, si soy honesta, y me parece que es la que más ha enriquecido a mi proceso creativo. No dejar de trabajar en mis proyectos personales, no perder el impulso, sobre todo a largo plazo; este es el reto más grande con el que me he topado, y gracias a las herramientas que se proponen en este libro, mantengo mi flujo creativo. Las estrategias, los proyectos pueden cambiar, pero yo me mantengo tranquila y trabajando. Mi salud mental ha mejorado notablemente.
Herramientas propuestas por Julia
Las páginas matutinas: escribir a mano, cada mañana, tres páginas libres, sin censura ni objetivo. Esta práctica limpia la mente de juicios, miedos y bloqueos que obstruyen el flujo creativo.
La cita con el artista: dedicar un tiempo semanal a nutrir nuestro niño interior creativo —una visita a un museo, una caminata, un rato de juego o exploración. Es un acto de amor propio que reaviva la chispa de la imaginación.
La amabilidad y la paciencia: tratar nuestra creatividad como trataríamos a un brote tierno: no juzgándola por sus frutos inmediatos, sino cuidándola para que crezca.
Las caminatas frecuentes: caminar libera nuestra mente de tensiones y preocupaciones, es una actividad que favorece el aburrimiento y esto es maravilloso para fomentar la creatividad.
Cultivar la creatividad es recordar que el proceso importa más que el resultado. Es confiar en que, si hacemos nuestra parte —mostrar disponibilidad, curiosidad y apertura— la vida hará la suya, regalándonos inspiración cuando menos lo esperemos. Julia las llama sincronicidades, un recordatorio de que existe algo más grande que nosotros y que nos invita a ser copartícipes del acto de creación. Y por lo menos a mí, ya van varias que me sorprenden en este camino.
Crear es, al final, un acto de fe.
Si aún no lo lees, te dejo el link para comprarlo, realmente lo recomiendo, sobre todo si apenas estás empezando o estás atravesando un bloqueo.
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